A punto de terminar su labor diplomática en la embajada de España, la exdirectora de Artesanías de Colombia reafirma su apoyo a la creatividad en Galena. Su tienda, que cumple 30 años, es vitrina de artistas y diseñadores.
Su nombre es sinónimo de arte y buen gusto. Aída se llama así por la ópera de Verdi. Por amor, hace 42 años lleva el apellido de su esposo, Alberto Furmanski, el actual embajador deColombia en España. Su amor por el arte es herencia de sus padres Zita y Abraham Lechter, y aunque se graduó en la Facultad de Psicología de la Javeriana, nunca se olvidó de sus primeros trazos en la Arquitectura. «Mi entorno familiar siempre estuvo lleno de cultura, música, ajedrez e historia», cuenta con un acento que aún conserva su origen caleño.
Recién casada atendía en su consultorio a niños con problemas de aprendizaje, pero luego fue mamá tres veces y la psicóloga le cedió espacio al arte. A finales de la década de los ochenta inició uno de sus mayores retos: Galena. Su tienda de lujo, que lleva el nombre de la piedra de la que se extrae la plata, es el tesoro desde donde ha pulido su vocación de mecenas.
Las joyeras colombianas Aysha Bilgrami, Paula Mendoza, Paola Quintana y Cristina Vera tienen un espacio en el mercado internacional gracias a su originalidad. Foto: Juan Moore. Producción: Santiago Uribe. Maquillaje: Daniela Londoño.
Aída fue pionera en la búsqueda de nuevos creadores y diseñadores y 30 años después sigue haciendo curadurías para abrirles una vitrina en diferentes partes del mundo. Acaba de realizar un trunk show en su tienda en el norte de Bogotá, al que llamó ‘Mujeres empoderadas‘. De cada una de las siete diseñadoras elegidas para este evento tiene un concepto especial: de Paola Quintana resalta que, aunque no trabaja en Colombia, sus joyas reflejan la inspiración en sus raíces y por eso tienen un gran éxito en Europa. De Cristina Vera dice que ha sabido transformar sus textiles hechos con técnicas artesanales en objetos útiles, como su emblemática mochila. A la caleña Ana Carolina Valencia, inspirada en la tradición precolombina del oro y las esmeraldas, además le destaca que tiene una muy buena relación precio y calidad. Paula Mendoza es la más experimentada de las diseñadoras de joyas y su mecenas recuerda que inició su carrera con ella hace doce años. De Aysha Bilgrami asegura que tiene un futuro prometedor porque hace una joyería enfocada en la mujer joven. Natalia Hoyos, de Ropa de Trabajo, llamó la atención de Aída por su acercamiento al tema obrero en sus prendas de vestir. Y, para finalizar, Alejandra Noboa, de las velas Novo Mundo, se abre un espacio en este competido mercado con su línea natural y orgánica.
Pero esta no ha sido su única plataforma. En noviembre de 2011 fue nombrada por el expresidente Juan Manuel Santos como gerente de Artesanías de Colombia y, desde el primer momento, se puso como reto consolidar a los artesanos como los más versados relatores de la historia nacional. Allí fue gestora de los Laboratorios de Diseño e Innovación en todas las regiones. Otra vez se sintió plena con lo que hacía. Dijo que pudo conocer ¡otro país! y lo resalta con signos de admiración: «Descubrí una Colombia artesanal, sofisticada, llena de sabiduría y talento». Quienes la conocen la describen como una apasionada y durante tres años supo trasladar ese entusiasmo a otras tierras. Además, como si esto no fuera suficiente, desde octubre de 2015, cuando su esposo fue nombrado «embajador extraordinario y plenipotenciario de Colombia ante el Reino de España «, se empeñó en abrirles espacios en el mundo a los diseños nacionales. «Es notable nuestro talento, y España lo admira y lo desea»… Igual que ella.